jueves, 6 de junio de 2013

Desayunando sonrisas.

Sé  que  te  he  fallado.  No  he  estado  a  la  altura  de  tu  amor.  Lo siento.  No  sabes  cuánto.  Te  necesito.  Esto  sólo  son  palabras.  No  es mucho.  Pero  multiplica  todas  ellas  por  infinito  y  sabrás  cuánto  te quiero. Mi vida no tendría sentido sin ti. Por eso, cuando leas la última palabra,  sonreirás,  pensarás  que  estoy  loco  y  estarás  deseando abrazarme  y  darme  un  beso.  Porque  nuestros  labios  están  hechos para pasar juntos todo el tiempo del mundo. Perdóname, pequeña. Te quiamo.
No sonrías que me enamoro.

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