Sé que te he fallado. No he estado a la altura de tu amor. Lo siento. No sabes cuánto. Te necesito. Esto sólo son palabras. No es mucho. Pero multiplica todas ellas por infinito y sabrás cuánto te quiero. Mi vida no tendría sentido sin ti. Por eso, cuando leas la última palabra, sonreirás, pensarás que estoy loco y estarás deseando abrazarme y darme un beso. Porque nuestros labios están hechos para pasar juntos todo el tiempo del mundo. Perdóname, pequeña. Te quiamo.
No sonrías que me enamoro. |
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